Entramos en una habitación decorada con piezas del siglo XVI. Los motivos angelicales del cabecero, cuya cama es de matrimonio, ayudan a resaltar el carácter histórico de su propio nombre.
Además está ubicada en la planta baja, adaptada para personas de movilidad reducida, siendo ideal para personas que necesitan este tipo comodidades tanto mayores como niños.
Su nombre, “La Calleja”, hace referencia a las ruinas de la ermita prerrománica situada en un desfiladero de acceso rocoso en las inmediaciones del río Duratón. Testigo directo de los antiguos habitantes de este lugar.